El consumo de azúcares ha aumentado de manera exponencial en todo el mundo y ha conllevado al desarrollo de enfermedades metabólicas como el síndrome metabólico, enfermedades cardio vasculares, obesidad, o la diabetes tipo 2.
Por esa razón cada vez se están utilizando más los edulcorantes como sustitutos del azúcar debido a que tienen un impacto insignificantico en la ingesta de energía, ¿pero lo tiene en la microbiota?
Los edulcorantes no nutritivos (ENN) se definen como agentes edulcorantes con mayor intensidad edulcorante y un menor contenido calórico por gramos en comparación con la sacarosa o el jarabe de maíz. Son de origen sintético de entre ellos destacan el aspartamo, la sacarina, la sucralosa, el acelsulfamo K.
También existen los edulcorantes bajos en calorías (LCS) como son los polioles o polialcoholes que son carbohidratos de baja digestibilidad derivados de la hidrogenación de sus fuentes de azúcar o jarabe. Son ligeramente más bajos en calorías que el azúcar y no promueven la caries dental ni provocan picos de glucosa en sangre. De ellos hablaré en la próxima entrada.
Tanto los ENN como los LCS son consumidos por personas con enfermedades metabólicas y también por la población en general. Se pueden encontrar en muchos productos bajos en calorías como refrescos, lácteos, mermeladas, chicles…etc. Así como, en restaurantes y bares o en el hogar como edulcorantes de mesa.
Su consumo es seguro e inocuo según la FDA, EFSA y el codex alimentarius. No obstante, el consumo exagerado de productos que contengan este tipo de edulcorantes en la dieta se ha relacionado con un mayor riesgo de obesidad, síndrome metabólico y diabetes tipo 2. Recuerda que casi cualquier producto light, zero o bajo en azúcares puede contenerlos, desde refrescos, yogures, salsas, etc.
Además, su consumo habitual impulsa al desarrollo de intolerancia a la glucosa a causa de alteraciones composicionales y funcionales en la microbiota intestinal, así como, el consumo excesivo de polioles puede causar síntomas gastrointestinales como gases o efectos laxantes.
Vamos a analizar los edulcorantes más comunes y su efecto en la microbiota intestinal.
EFECTOS DE LOS EDULCORANTES EN LA MICROBIOTA INTESTINAL
Acelsufame K – E-950
Tiene una ingesta diaria recomendada de 15mg/kg de peso corporal. Un estudio en ratones demostró que el total de bacterias, firmicutes, bacteroidetes y varios géneros no mostraron cambios en la funcionalidad de la microbiota tras recibir agua destilada y 15mg de acelsufame.
El acelsufame K se basorbe en el intestino delgado, el 9% se excreta a través de las vías urinarias, y el 1% se elimina en las heces, parece ser improbable que esa pequeña cantidad pueda alterar la microbiota intestinal.
Sin embargo estudios en ratas corroboraron que el consumo de acelsufame K durante 8 semanas provocó el aumento de citocinas inflamatorias y moléculas de adhesión, lo que significa mayor inflamación. Hay que resaltar que los estudios realizados en animales, la mayoría de ellos, utilizan dosis exageradamente elevadas que sería casi imposible llegar a consumirlos en la dieta de un humano.
Aspartamo E-951
Es 200 veces más dulces que la sacarosa, según el reglamento de la UE nº1169/2011 todos los alimentos que utilicen este edulcorante deben llevar una etiqueta visible. La ingesta diaria recomendada es de 40mg/kg de peso corporal.
Un estudio en ratas comprobó el impacto del consumo crónico de aspartamo en dosis bajas sobre variables antropométricas, metabólicas y microbianas. Se puedo observar que aumentaron las concentraciones de glucosa en ayunas independientemente de su composición corporal. Además, ser relacionó con la producción de propionato (AGCC) y cambios en la microbiota, aumentó el total de bacterias y aumentó Enterobacteriaceae y Clostridium leptum. Respecto a los estudios en humanos pocos estudios se han centrado en los efectos de la ingesta de aspartamos y en la composición de la microbiota intestinal.
Neotame E-961 y Advantame E-969
El neotamo es un edulcorante artificial 13.000 veces más dulce que la sacarosa y estructura similar al aspartamo. Su ingesta diaria recomendada es de 0.3mg/kg. Se pueden encontrar en yogures 0% o en encurtidos.
Advantame es un derivado del aspartamo 20.000 veces más dulce que la sacarosa, según EFSA su IDA es de 5mg/kg de peso. Se utiliza en chicles, chocolate, refrescos, etc.
Ninguno de los edulcorantes se ha evaluado en animales ni en humanos debido a que se necesitan pequeñas cantidades para endulzar los alimentos. Parece improbable que tengan alguna influencia en la microbiota intestinal.
Ciclamato E-952
El ciclamato se utiliza en más de 50 países, no obstante, la FDA lo prohibió en 1970 debido a la detección de tumores de vejiga en ratas alimentadas con una mezcla de ciclamato y sacarina. Sin embargo, estos estudios fueron criticados por sus altas dosis de ciclamato utilizada en los estudios, a día de hoy está siendo reevaluado. En la UE la IDA es de 7mg/kg de peso corporal. Se utiliza en zumos, refrescos, vinos, suplementos, etc.
Sacarina E-954
Multitud de alimentos y bebidas se endulzan con este edulcorante pese a existir el debate controvertido sobre potencial cancerígeno. La IDA es de 5mg/kg de peso corporal.
Se probó el efecto de la sacarina en ratas durante 10 días. La presencia de sacarina no alteró el número total de microorganismos. Sin embargo, si se produjo una eliminación de un grupo anaeróbico específico e inhibió el crecimiento de 6 cepas bacterianas (3 especies de Lactobacillus y 3 cepas de Escherichia coli ).
En otro estudio realizado en ratones tratados con 0,3mg de sacarina/ml (dosis equivalente a la IDA aprobada por la FDA en humanos) durante 6 meses aumentaron la expresión TNF-α, utilizado como marcador inflamatorio. Además observaron cambios en Ruminococcus , dlercreutzia , Dorea , Corynebacterium , Roseburia y Turicibacter, especies relacionadas con efectos proinflamatorios.
Además, se ha comprobado que la exposición al glifosato (herbicida común) en combinación con la sacarina contribuye a la reproducción de bacterias patógenas como Klebsiella , Citrobacter , Enterobacter y Pseudomonas.
Sucralosa E-955
La sucralosa es 1.000 veces más dulce que la sacarosa, su IDA es de 5mg/kg de peso corporal, tiene un nivel de absorción muy bajo menos del 15%y prácticamente no es metabolizada, es decir más del 85% llega al colon sin cambios.
Se han realizado diversos estudios en ratas donde su consumo disminuyó el total de bacterias anaerobios y aerobias, bifidobacterias, lactobacilos, bacteroides y colostridium. Además, promueve la inflamación, disminuye los Firmicutes.
Se debe tener en cuenta si en la investigación se utilizó sucralosa pura o una formulación comercial, ya que estas formulaciones suelen contener alrededor del 1 % de sucralosa y el 99 % de maltodextrinas portadoras.
Los estudios realizados muestran resultados contradictorios, sería interesante que en las investigaciones utilizaran las mismas variables como tipo de dieta, dosis administrada, patologías, etc. Lo que sí tienen en común es en el mejor control glucémico.
CONCLUSIÓN
El incremento en el consumo de este tipo de edulcorantes como alternativa al azúcar parece ser que podrían contribuir al desarrollo de trastornos metabólicos que conducen a la obesidad, diabetes tipo 2 y a las enfermedades cardiovasculares, además también se postula que su consumo excesivo podría estar relacionado con alteración del apetito o el riesgo a padecer cáncer tal y como se plantean en estudios prospectivos a largo plazo.
Sólo se ha demostrado que la sacarina y la sucralosa producen alteraciones en la microbiota intestinal. Además, la ingestión de sacarina en animales y humanos mostró alteraciones en las vías metabólicas vinculadas a la tolerancia a la glucosa.
Parece ser que la industria sigue inventando productos para transformar aquellos alimentos ultraprocesados ricos en azúcares en otros productos ultraprocesados light ó sin azúcares añadidos, pero repletos de edulcorantes.
El consumo controlado de edulcorantes tiene cabida en una dieta saludable, el problema está en que la población los consuma para satisfacer esas necesidades hedónicas para suplantar los productos altos en calorías y en azúcares sin darse cuenta que los está consumiendo de una forma excesiva.
Mi opinión al respecto es que se debe volver a educar el paladar a los sabores naturales de los alimentos, una fruta no necesita azúcar, un yogur no necesita azúcar, para hacerlo de una forma progresiva es mejor con un poco de miel o azúcar de calidad e ir añadiendo cada vez menos hasta no necesitar ese sabor dulzón tan cargado antes que abusar de los edulcorantes que hemos mencionado.
Espero que te haya resultado interesante, en la próxima entrada te hablaré sobre los polialcoholes y su relación con la microbiota.
BIBLIOGRAFÍA
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