La microbiota, ¿cambia durante el embarazo?
En primer lugar te voy a definir un poco lo que es la microbiota si es la primera vez que lees algo sobre ella.
La microbiota se define como todo el conjunto de microorganismos que colonizan órganos y tejidos desde el inicio hasta el final en un individuo, como anécdota te diré que incluso después de la muerte persisten y son llamadas tanatomicrobiome. Su función esencial es la de mantener el equilibrio metabólico, inmunológico y bioquímico del huésped (persona) necesario para el mantenimiento de su salud.
A lo largo de la vida la microbiota puede verse influenciada o modificada por diversos factores externos como hábitos alimentarios, estrés, ejercicio, mascotas, etc. Todo a nuestro alrededor está compuesto por microorganismos que pueden alterarla o modificarla.
En cuanto al embarazo otros de los factores que pueden modificarla son las posibles complicaciones del embarazo, la administración de antibióticos periparto, el modo y lugar del parto y la lactancia.
Durante el embarazo ya hemos visto que se producen una serie de cambios en el organismo de la madre, la microbiota no podía ser menos.
La microbiota de todas las mucosas (intestino, cavidad oral y vagina) experimentan cambios durante el embarazo, sin embargo, también hay que decir que estos hallazgos son muy heterogéneos debido a la amplia variabilidad de las características de las poblaciones estudiadas (etnia, edad, hábitos de vida, etc).
Es durante el tercer trimestre donde la microbiota intestinal materna padece una reducción de la diversidad microbiana con un aumento de Proteobacterias, Estreptococos y algunos Lactobacilos específicos. Estos cambios producen un aumento de la resistencia a la insulina que promueve el almacenamiento de energía para el crecimiento fetal.
Pero no solo tiene consecuencias a nivel metabólico, si no que varios estudios han demostrado la relación existente entre la composición de la microbiota materna y la prematuridad o bajo peso al nacer o el riesgo de aborto espontáneo.
Influencia de la microbiota y patologías asociadas
Como ya hemos dicho con anterioridad, los factores externos como la dieta, ambiente, hábitos de vida pueden influir, pero además, el estado de salud de la madre antes de concebir también es de vital importancia, se ha visto que en mujeres con sobrepeso u obesidad ha implicado una reducción de Bifidobacterium spp y de Bacteroides y un aumento de Enterobacteriaceae, Statphylococcus spp y E. Coli.
Además, las condiciones maternas tales como disbiosis, preeclampsia y diabetes mellitus gestacional han sido identificadas como causas de parto prematuro, aborto espontáneo, intolerancia alimentaria que involucran la microbiota materna/fetal.
Algunos estudios describen la influencia de la dieta materna durante el embarazo en la composición de la microbiota meconial. Chue et. Al. Informaron de un porcentaje más bajo de Bacteroides en bebés de 81 mujeres que seguían una dieta rica en grasas, mientras que Lundgren et. Al destacaron en el estudio donde analizaron a 145 mujeres/lactantes que la composición de la dieta materna influye en la microbiota fecal del lactante y que una de las principales variables es la modalidad del parto (cesárea o electiva).
Otro de los estudios interesantes es el de Liu J, et al investigaron a 100 mujeres embarazadas en diferentes etapas de embarazo evidenció un mayor porcentaje de bacterias patógenas como Clostridium perfringens mientras que los controles sanos estaban compuestos en su mayoría por Bacteroides spp.
Respecto al patrón alimentario se han visto aosciaciones positivas entre el consumo de pescado debido a su contenido en EPA y DHA, se recomiendan los pescados pequeños para evitar el exceso de metales pesados, además se han visto resultados positivos en cuanto al desarrollo infantil, menor riesgo de asma y mejor cognición.
También se observó que un mayor consumo de fruta se asociaba a un parto vaginal, en cambio, mujeres con alimentación rica en carnes rojas y procesadas se asociaron a un parto por cesárea.
La alimentación es importante en cualquier etapa de nuestra vida y condiciona nuestro estado de salud frente a cualquier patología. En el embarazo no sólo condiciona la salud de la madre, si no que condiciona la salud del bebé a corto y largo plazo, pudiendo ser más propenso a enfermedades metabólicas o alergias.
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